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jueves, 13 de mayo de 2010

Si salimos de ésta, deberíamos prohibir la emisión de Deuda Pública


Deuda emitida por el Estado: deuda perpétua; pesada carga.

"El Estado, esa deidad; eterna y sobrehumana institución inmune a toda terrenal flaqueza, ofrece al ciudadano la oportunidad de poner su riqueza a salvo del peligro, ofreciéndole ingresos seguros y estables de por vida" (L.V.M.).

Menos mercado y más Estado. Lamentable lema de hoy.
Letras del Tesoro, Bonos Soberanos; quien invierta sus ahorros en papel emitido por el Gobierno está para siempre a salvo de las leyes del mercado.
"Quien compre bonos del estado, ya no tiene porque preocuparse de invertir su dinero en aquellos cometidos que mejor satisfacen los deseos de los consumidores. Ya está complétamente a salvo de la competencia mercantil. Su posible ineficacia ya no será sancionada con pérdidas patrimoniales graves. Sus rentas están plenamente garantizadas mediante impuestos recaudados por el aparato coactivo del Estado. Quien invierte en Deuda Pública se convierte en asociado del Estado. Cobrarán su interés mediante el tributo exigido a las masas".


"Viejos empresarios, capitalistas cansados y herederos de grandes fortunas vagos e incapaces, se dan cuenta que en una sociedad de mercado no hay forma de conservar la riqueza acumulada más que reconquistándola día a día en dura competencia con todos, con todas las empresas ya existentes y con los emprendedores recién llegados que surgen de la nada y quieren comerse el mundo" (L.V.M.). 

Todos lo hemos visto: las torres más altas caen: Lehman Brothers, General Motors ...

El Estado ofrece a los capitalistas los Bonos del Tesoro. Allí, creen que su dinero está a salvo de la implacable ley del mercado.
¡PUES NO! 
Y sino que se lo pregunten a Zapatero, ese "gran ingeniero social" salvador de las masas. O que le pregunten a los griegos, portugueses, islandeses o irlandeses...

"Ningún gobernante consigue violentar a la larga las leyes que rigen la vida y la acción humana. El Estado puede tomar a préstamo el dinero de los ciudadanos. Si el gobierno dedica este dinero a aquellas inversiones a través de las cuales quedan mejor atendidas las necesidades de los consumidores y, en libre y abierta competencia con los empresarios privados, triunfa en ese empeño, se encontrará en la misma posición que cualquier otro industrial, es decir, podrá pagar rentas e intereses, porque habrá cosechado una diferencia entre ingresos y costes.
Por el contrario, si el Estado invierte desacertadamente dichos fondos (Plan E) y esa diferencia no se produce, o bien emplea ese dinero en gastos corrientes (ineficiente y gigantesco aparato burocrático central, autonómico, provincial y local, con sus correspondientes empresas públicas y fundaciones), entonces, el capital disminuirá, e incluso, desaparecerá totalmente, cegándose aquella única fuente que había de producir las cantidades necesarias para el pago del principal mas intereses. En tal supuesto, la exacción fiscal es la única vía a que puede recurrir el gobierno para cumplir sus compromisos crediticios. De este modo el gobierno hace responsables a los ciudadanos del dinero malgastado. Los impuestos que pagan los ciudadanos no reciben ninguna contrapartida en servicios prestados por el aparato gubernamental. El gobierno abona intereses por un capital que se ha consumido, que ya no existe. Sobre todos los ciudadanos recae la pesada carga de torpes actuaciones anteriores". (L.V.M. 1949)

El Ecofín, Obama y los Chinos salvaron el pasado Lunes a Zapatero, mejor dicho, al Estado Español, de la bancarrota, pero sólo de momento. Fijense si es gordo el problema que si "España S.A". casca, se lleva por delante no sólo a su sistema bancario (que está comprando casi toda la deuda pública), si no que acto seguido cae todo el sistema bancario europeo.

Ya expliqué en otra entrada por qué no es posible dejar caer a los bancos, a todo el sistema. Para abreviar basta con imaginar que desaparecen los medios de pago... ¿cómo intercambiamos?.
Es una vergüenza que en pleno siglo XXI padezcamos este sistema monetario de planificación central que oculta la tasa de preferencia temporal y lleva recurrentemente a la ruina a millones de seres humanos. 

Bien, el caso es que el Estado Español no puede cumplir sus compromisos crediticios, ni siquiera incrementando la presión fiscal.

El enorme recorte de "derechos" anunciado esta semana por el presidente del gobierno es sólo el principio de lo que se nos avecina. Pero el recorte no es para salir de la crisis. Es, como dice la parte final del párrafo anterior de L.V.M., para abonar intereses por un capital que ya se ha consumido. Es la pesada carga de torpes actuaciones anteriores. Pesada carga que tendrán que soportar ahora los jóvenes y las futuras generaciones.


Si salimos de esta, los ciudadanos, de todas las tendencias políticas sin excepción, en el futuro, deberíamos prohibir que , tanto Gobiernos centrales como locales, puedan endeudarse. Deberíamos prohibirles que emitan Deuda Pública y que manipulen la moneda. Los políticos de centro, izquierda o derecha, tienen los IMPUESTOS para financiar sus políticas. 
En casos de extrema necesidad, si el Estado, o cualquier Administración, necesitara pedir prestado a los ciudadanos en los mercados financieros, que los gobernantes lo soliciten en el Parlamento, y ante los medios de comunicación, con luz y taquígrafos. Por supuesto, en ningún caso permitirles que pidan préstamos para pagar anteriores préstamos.
Las recurrentes expansiónes monetarias orquestadas por gobiernos y bancos centrales y el consiguiente posterior aumento de la deuda pública cuyo principal jamás será reembolsado, tarde o temprano, enviará la civilización -con perdón- a tomar por el ....c***



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